La disfunción temporomandibular (DTM) es una condición que afecta la articulación responsable del movimiento mandibular e, inevitablemente, influye en funciones cruciales como la masticación, el habla y la expresión facial. Las DTM son de origen multifactorial, es decir, por lo general no existe un único factor causal. Además, se pueden identificar dos grandes grupos de trastornos en el paciente: la DTM muscular y la DTM articular. Para cada grupo existe una variedad de diagnósticos y tratamientos, los cuales deben ser seleccionados y escalonados de acuerdo con la gravedad, la progresión de la enfermedad y la limitación funcional que provocan en el paciente. Esta disfunción puede manifestarse a través de síntomas como dolores intensos en la región temporal, cefaleas frecuentes, dificultad para masticar y ruidos o chasquidos al mover la mandíbula, impactando significativamente la calidad de vida del paciente.
Aunque el abordaje inicial para el tratamiento de la DTM generalmente implica métodos clínicos, como terapias de relajación, punción seca, uso de dispositivos intraorales o medicación para aliviar el dolor y la inflamación, existen circunstancias en las que estas medidas no son suficientes. En casos más graves o cuando el paciente no responde adecuadamente a los tratamientos conservadores, puede recomendarse la intervención quirúrgica o procedimientos mínimamente invasivos, como la artroscopia.
La cirugía para tratar la DTM tiene como objetivo restaurar la función adecuada de la articulación temporomandibular y aliviar los síntomas asociados, proporcionando una solución duradera a los desafíos que enfrentan los pacientes. Los métodos quirúrgicos pueden variar desde procedimientos mínimamente invasivos, que emplean técnicas de artroscopia para visualizar y tratar el interior de la articulación con mínima alteración de los tejidos adyacentes, hasta intervenciones más complejas, que pueden incluir la reconstrucción o sustitución de componentes articulares.
Este tipo de cirugía es realizado por especialistas en cirugía bucomaxilofacial, en un entorno hospitalario, con todas las medidas de seguridad y confort para el paciente, garantizando una recuperación más eficiente y resultados satisfactorios. Al abordar directamente las causas de la DTM y restaurar la función de la ATM, la cirugía puede ofrecer un alivio significativo de los síntomas, mejorar la capacidad del paciente para masticar y hablar, y contribuir a una mejora general en la calidad de vida.